El cacao entra en Europa por España, introduciéndose casi simultáneamente con otras bebidas exóticas como el café y el te. Por la confesión religiosa de los países europeos que lo promocionan, se identifica al cacao y su bebida como procedente de los países cristianos, mientras que el café y el té procede de los países protestantes. Las bebidas sufrirán, a pesar de su total aceptación, diferentes velocidad de difusión en los distintos países europeos. El país que primero acoge el chocolate tras España es Italia. Ciertas regiones italianas se encontraban bajo dominio español acogen el chocolate haciendo que salga de la península ibérica iniciando de esta forma el periplo europeo del chocolate. Italia no surge como nación hasta 1870. Durante siglos la parte meridional de la península itálica estuvo bajo dominio español, las familias de origen valenciano: Medici. Era lógico que Italia y Portugal siguieran España en el consumo de la bebida debido a las múltiples conexiones que existían entre estos países. Algunas teorías mencionan que la persona que llevó el chocolate a Italia fueManuel Filiberto de Saboya (1528-1580) Capitán General de la Armada española que regresó a Italia tras la victoria de San Quintín.
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El chocolate fue introducido en Francia desde España. Francia, tras Italia, fue el tercer país europeo que acogió al chocolate. Es una historia frecuente en la literatura culinara que menciona a la hija del rey Felipe III de España, Ana de Austria como introductora del chocolate en la Corte Francesa al casarse con Luis XIII en 1615. Su propagación es rápida a lo largo de la aristocracia francesa. Aparece la primera referencia al chocolate en un diccionario francés de Pierre Richelet en el año 1680. En la publicación de L, Encyclopédie de Denis Diderot, realizada en el periodo 1751-1772, ya se menciona el proceso de elaboración y degustación del chocolate. La afirmación de la entrada del chocolate en Francia por la hija del rey español se menciona posteriormente en la Fisiología del Gusto de 1825 Jean Anthelme Brillat Savarin. Savarin menciona recetas y alude a Madame d'Aestel que es la Madre Superiora del Convento de la Visitación en Belley. El papel de popularización del chocolate por parte de Ana de Austria a la edad de catorce años, se hacía servir las comidas en sus aposentos al estilo español. En el año 1643 aparece la primera referencia documental en francés procede de René Moreau de un título Du Chocolate: Discours curieux divisé en quatre parties procedente de un texto en español de Colmenero de Ledesma. El interés del cardenal Richelieu fue documentado en 1725 por Bonaventure d´Argonne. Otra historia acerca de la introducción del chocolate en Francia proviene de la Infanta María Cristina al casarse con Luis XIV en 1660. Esta referencia se debe a la Duquesa de Montpensier tal y como lo reflejan sus memorias. En París aparece la primera saga chocolatier europea: la familia Menier que en 1856 crea la Chocolat Menier, esta compañía se expande a lo largo de Europa y América y cesa actividad en 1965. Fauchon abre una tienda en París en 1886 y comercializa productos de chocolate.
Se hacen referencias acerca de la introducción en Inglaterra se hace en 1657, donde existen algunas casas de bebida de chocolate tal y como se describe en el diario de Samuel Pepys de 1661.El Queen,s Lane Coffe House en el High Street de Oxford comenzó a servir café a finales del siglo XVII, se desconoce si se sirvió chocolate. Algunos siglos después el caballero inglés Nicholas Sanders en 1727 produce la mezcla de chocolate y leche para Hans Sloane en Jamaica, a pesar de ser novedosa la mezcla, el producto es primitivo y necesitaría de los avances del siglo XIX para acabar siendo un chocolate de calidad. La receta se intenta posteriormente en Londres. Desde 1701 hasta 1706 Diana Astry recopila recetas de chocolate para diversas preparaciones reposteras.
En 1641 Johan Georg Volkmer viaja desde Nápoles a Alemania y transporta cacao por primera vez. Los Países Bajos bajo dominio español durante finales del siglo XVII, comienzan una rebelión en 1568 que deviene en la Guerra de los Ochenta Años. La rebelión contra el monarca hispánico finalizó en 1648 con el reconocimiento de la independencia de las siete Provincias Unidas, en la actualidad conocidas como Países Bajos. El conocimiento del cacao en los Países Bajos llega por influencia alemana. Su afan por dominar el mercado hace que pronto disputen a España las rutas marítimas de cacao. Ya en el siglo XVIII el puerto de Ámsterdam es el segudo en volumen de recepción de cacao tras los puertos españoles. Al contrario que en Francia y España el chocolate se vende públicamente en tiendas y es accesible al público en Inglaterra y Países Bajos.
Las dudas eclesiásticas
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Tras su difusión por Europa, en los países de religión católica (España, Italia y Francia) surge la duda teológica acerca de si la ingesta de chocolate rompe el ayuno eclesiástico. Esta duda surge desde los comienzos del siglo XVI en España, y poco a poco los partidarios de una, u otra idea, van acrecentando el debate. La aparición en Europa de otras bebidas exóticas, inexistentes antiguamente, como son: el café y el té arrojan dudas acerca de si su posible ingestión rompe o no el ayuno. Algunas de ellas como el vino entran en el debate de soslayo. Pronto aparecen teólogos detractores, mientras que al mismo tiempo existen otros que apoyan su consumo, bajo ciertas condiciones. La primera mención histórica del debate se realiza en México por el jesuita Juan de Cárdenas en el año 1591. Juan hace una distinción clara entre los posibles usos, los alimentos líquidos y los sólidos. El fraile Agustín Dávila Padilla niega que el chocolate rompa el ayuno, añadiendo en la lista incluso al vino. El debate alcanzó hasta los altos estamentos papales, solicitando una solución al caso. El fraile esañol León Pinelo en el año 1636 publica un libreto en Madrid adelantando la cuestión a debatir: «Question moral si el chocolate quebranta el ayuno eclesiastico».En su obra muestra un extraordinario conocimiento del chocolate y del cacao. En su obra centra la discusión en el aspecto nutritivo añadido a la bebida. Pinelo explica que el cacao elaborado con agua no viola el ayuno, mientras que el elaborado con leche si, debido al aporte nutritivo "extra" de la leche. De la misma opinión es Tomás Hurtado que en 1645 afirma que añadir harinas diversas (menciona harinas extranjeras haciendo mención a la harina de maíz), huevo o leche viola el ayuno cristiano. El italiano Francesco Maria Brancaccio en 1664 dice que resulta nutritivo si se añaden pedazos de miga de pan (como se suele hacer en España), mientras que si se toma el chocolate con agua no lo rompe.
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